Inicialmente Yeta será una gigantesca estatua de hielo. Atácala varias veces el Mangual y así lograrás que disminuya de tamaño.
Cuando le hayas dado varios golpes cambiará de táctica y empezará a flotar por el aire metida en una especie de urna y rodeada de unos témpanos de hielo.
Fíjate en el reflejo del helado suelo para saber lo que está pasando sobre ti, y no pares de moverte para evitar que te caigan encima los témpanos de hielo que acompañan a Yeta.
Una vez caigan todos (son unos diez) atácales con el Mangual para destruir todos los que puedas, ya que después los que queden volverán a flotar sobre ti, solo que esta vez formando un círculo.
Al poco volverán a caer con la mala intención de rodearte en el interior de dicho círculo para encerrarte y que Yeta caiga sobre ti. Pero claro, si has destruido suficientes témpanos podrás salir del círculo, darte la vuelta y atacar a tu enemiga con el Mangual cuando baje al suelo con la intención de aplastarte.
Repite esta técnica varias veces (3) y así lograrás acabar con Yeta, recibiendo así el Pedazo de Espejo.
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